Los elementos que sirven para drenar algo así como el resultado de garantizar por un método o sistema que salgan líquidos de una zona para conducirse hacia otro lado se conocen con la denominación de drenajes.

No siempre este procedimiento guarda relación con el urbanismo o con la ingeniería ya que existen técnicas desarrolladas por profesionales de la salud que apuntan a mejorar la vida de un paciente.

A grandes rasgos, de todas formas, podemos diferenciar entre dos modalidades de drenaje: el drenaje pluvial (para orientar la dirección del agua de lluvia) y el drenaje sanitario (para canalizar aguas negras hacia plantas depuradoras o sectores donde los desechos no generen inconvenientes a la población).

A partir de estas opciones, es posible encontrar una amplia variedad de drenajes, cada uno con un fin determinado y una manera específica de ser llevado a cabo, como ocurre con los drenajes geológicos, los drenajes cerrados, los drenajes en bayoneta y los drenajes por pozos, entre otros.

De buscar propuestas que se realicen en centros de estética, clínicas u hospitales, en cambio, aparecerán como alternativas el drenaje linfático manual (maniobras a base de masajes que apuntan a activar el sistema linfático superficial a fin de eliminar líquidos y moléculas de grandes dimensiones), el drenaje quirúrgico (para impedir la acumulación de líquidos y fluidos en la zona de una herida) y el drenaje transtimpánico (dispositivo que es insertado en la membrana timpánico para que se ventile el oído medio y se drenen los líquidos acumulados), por mencionar tres a modo de referencia.