Las máquinas que se emplean en los entornos rurales para recolectar productos agrícolas y trabajar las zonas de cultivo reciben la denominación de cosechadoras. Para ayudarlos a aprender más al respecto, a continuación aportaremos datos útiles sobre el tema.
Quienes realizan tareas en el campo y conocen de cerca estos aparatos señalan que hay en el mercado diferentes marcas y modelos de cosechadoras, entre las cuales se pueden distinguir a las cosechadoras autopropulsadas (las más comunes) y las cosechadoras de arrastre (que pueden funcionar a través de la toma de fuerza de un tractor o bien impulsadas por un motor auxiliar).
Asimismo, es posible optar de acuerdo a las necesidades de cada uno por cosechadoras de maíz, cosechadoras de algodón, cosechadoras de forraje, cosechadoras de vid, etc. El presupuesto disponible, además, determinará la chance de poder acceder a una cosechadora nueva (a estrenar) o de tener que analizar ofertas de cosechadoras usadas.
Otras dos categorías grandes que permiten conocer más acerca de estos aparatos guardan relación con sus componentes. Las cosechadoras convencionales, por ejemplo, poseen un cilindro instalado de modo perpendicular o cruzado en relación a la dirección que toma la máquina. Las cosechadoras axiales o rotatorias, por su parte, llevan un cilindro de mayores dimensiones localizado a lo largo de la orientación de la cosechadora (es decir, no es perpendicular).
Por último es enriquecedor resaltar que, para coleccionistas y niños, es posible hallar cosechadoras en miniatura y/o de juguete, que invitan a apreciar cada detalle de funcionamiento y rasgo distintivo de diseño propios de las cosechadoras reales.