Al planeta Tierra lo compartimos con una amplia variedad de especies desde tiempos remotos, entre las cuales aparecen los cocodrilos. Esta palabra, según se deduce de la teoría, identifica a unos reptiles del orden de los Emidosaurios que se caracterizan por tener dimensiones considerables, estar dotados con escamas de gran dureza y ser muy voraces.

Dentro de esta familia de animales se reconocen diferentes especies, algunas de las cuales describiremos a continuación para ayudarlos a saber más al respecto.

El cocodrilo marino, por ejemplo, está considerado como el reptil más grande del mundo. Reside entre el sudeste de Asia y el norte australiano. Las hembras pueden alcanzar un peso de quinientos kilogramos y medir algo más de tres metros, mientras que los machos pueden alcanzar una extensión de siete metros y pesar hasta 1500 kilogramos.

El cocodrilo del Nilo, por su parte, tiene su hábitat en África. Estos ejemplares que hoy en día no están en una situación crítica en cuanto a extinción pero de no modificarse la conducta exterminadora del hombre podrían desaparecer a mediano plazo, llegan a medir seis metros de largo y a pesar más de 700 kilogramos.

En el océano Pacífico y las islas del Mar Caribe, en tanto, es posible hallar ejemplares de cocodrilo americano, también conocido como cocodrilo aguja o narigudo. Estos seres se nutren de múltiples tipos de vertebrados y son capaces de convertir en presa a mamíferos de tamaños significativos.

En relación a especies prontas a desaparecer de la Tierra, hay que decir que una de ellas es el cocodrilo siamés, cuya población en estado silvestre prácticamente se extinguió como consecuencia de la caza furtiva. Quedan unos pocos en libertad y los esfuerzos por incrementar a esta familia están puestos en la reproducción de ejemplares en cautiverio.