El concepto de administración refiere tanto a la acción y al efecto de administrar como al espacio donde el administrador y sus asistentes desarrollan su tarea.
Al menos en idioma español, este vocablo que deriva del latín administratĭo posee múltiples acepciones y, por lo tanto, se utiliza para mencionar distintos tipos de administración enmarcados en diversos ámbitos.
Existen, por ejemplo, la administración autonómica (aquella administración pública exclusiva de las comunidades autónomas), la administración central (la administración pública propia del gobierno del Estado) y la administración de Justicia (organización basada en un sistema de jueces y tribunales). Desde el punto de vista organizativo, además, se puede entender a este término como una ciencia social que busca cumplir objetivos por medio de varias personas (definida como Administración de Empresas).
Claro que, de profundizar en esta noción y hacer foco en planos más precisos, también es posible advertir la presencia de administraciones diocesanas (aquellas que tienen la responsabilidad de administrar los ingresos y/o rentas de una diócesis), administración de lotería (la cual se encarga de repartir los premios obtenidos por los jugadores) y administraciones militares (las que supervisan y controlan los movimientos materiales y financieros del Ejército), además de identificar acciones como las de la administración de las tecnologías de la información y la de administración en salud.
Cabe destacar que, con el avance de la ciencia y el crecimiento de las tecnologías, en los últimos años también ha cobrado fuerza el concepto de e-Administración, el cual hace referencia a la administración electrónica.