El acto y la consecuencia de simular algo dan como resultado una simulación. Los expertos en Derecho, según se advierte al analizar la teoría y los alcances de este término, utilizan esta palabra para describir a toda supuesta o ficticia variación del objeto verdadero, la índole o la causa ya sea de un contrato o acto.

En el campo de las ciencias, en tanto, la simulación constituye una herramienta para investigar hipótesis o desarrollar proyectos de trabajo por medio de un modelo. La simulación por computadora, por señalar un caso específico, permite recrear y modelar lugares, sistemas, situaciones y hasta seres vivos mediante un programa informático. Tampoco se puede dejar de tener en cuenta que, en Informática, la simulación es útil para tareas de programación, de ingeniería de seguridad, etc.

La instrucción de personal tanto militar como civil también se ve favorecida con la simulación. Cuando se representa un entrenamiento ganan relevancia la simulación de vida (cuando los equipos simulados son empleados en la realidad por individuos de carne y hueso), la simulación virtual (basada en el uso de equipos simulados por parte de personas que realizan acciones en un ambiente virtual) y la simulación constructiva (nada en este marco existe realmente sino que son sujetos simulados empleando equipos simulados en entornos virtuales).

La simulación de fluidos, la simulación contractual, la simulación social, la simulación energética edilicia, la simulación de telas, la simulación espacial, la simulación por eventos discretos y la simulación del cerebro son otras categorías que brindan la posibilidad de apreciar la diversidad de interpretaciones y usos de esta noción.