Para que una instalación eléctrica resulte segura, entre otras cuestiones a tener en cuenta se tiene que garantizar la existencia de una puesta o toma a tierra. Este sistema que despliega cables de protección desde la instalación hasta la tierra permite que las descargas o fallas en la corriente sean conducidas hacia las profundidades y no electrocuten a la gente, retornando a la fuente de modo controlado sin dañar a los aparatos eléctricos.

La más común de estas alternativas, señalan los expertos en el tema, es la puesta a tierra de corriente alterna que abarca a refrigeradores, transformadores y equipos de telecomunicaciones, mientras que para los aparatos electrónicos suele destinarse el sistema a tierra de corriente continua.

Un caso especial es el denominado sistema a tierra electrostática ya que está reservado para los tanques de transporte, almacenamiento o tratamiento de sustancias o productos combustibles que contempla las interacciones del fluido en cuestión y el recipiente que lo contiene.

Al profundizar en esta temática descubrimos asimismo la puesta a tierra de redes de potencia, el sistema de puesta a tierra por impedancia y la técnica de puesta a tierra con baja impedancia. También es interesante resaltar que una conexión a tierra puede identificarse con letras que varían según el método empleado. En este contexto, se puede diferenciar al TN-S (donde el neutro de la fuente posee en el transformador de alimentación un solo punto de conexión a tierra) y al TN-C-S (con múltiples puntos para el neutro de la alimentación), por describir dos a modo de referencia.