Se describe como pretérito a todo aquello que ya ocurrió y quedó en el pasado sin perdurar hasta el presente. Desde el punto de vista gramatical, en base a esta definición general que incluye la Real Academia Española (RAE) en su diccionario, es el tiempo en el cual el proceso o acción que se indica en una cierta oración quedó atrás y ya no se mantiene al momento de señalarlos.

A la hora de hacer referencia a un acto que ya ocurrió, es posible trabajar por ejemplo con verbos en pretérito pluscuamperfecto, un tiempo de características perfectivas que ubica el estado o acción en un instante que antecede a otro (“Había escuchado el rumor…”). También el pretérito perfecto simple (conocido además como pretérito indefinido) es una alternativa útil si se busca hacer foco en algo que pasó en un momento anterior al de describirlo (“Comieron y festejaron toda la noche”).

El pretérito imperfecto, en tanto, se caracteriza por indicar una cuestión que se lleva delante de modo simultáneo a una acción pasada (“Gritaba mucho mientras su pareja intentaba calmarla”), mientras que el pretérito anterior expresa algo en un marco pasado que antecede inmediatamente a un punto que también quedó atrás (“Hubo bailado”).

De buscar otra clase de pretérito que permita descubrir otra opción a la hora de conjugar un verbo, ganará relevancia el pretérito perfecto compuesto, el cual centra la atención en un periodo que antecede al presente pero en un ciclo no terminado (“He salido a cenar con un compañero de trabajo”).