El maquillaje no se limita a la aplicación de productos cosméticos en el rostro femenino con fines estéticos para embellecer el rostro de la mujer que quiere ir a trabajar arreglada o verse bella en una fiesta o evento: hay en la práctica muchas clases de maquillajes para ser aprovechados con diferentes finalidades.

El maquillaje artístico, por ejemplo, es aquel que se utiliza en el mundo del arte para cambiar la apariencia de alguien que interpreta un personaje en cine, teatro o televisión. En este marco se apela en numerosas circunstancias al maquillaje de caracterización, un recurso efectivo para transformar de manera significativa los rasgos de un actor, ayudando por ejemplo a que luzca como un monstruo, como un anciano o que no se lo reconozca cuando está caracterizado como un payaso, por ejemplo. El maquillaje FX, en tanto, apela a productos como la silicona y el látex para crear máscaras. Para shows o fotografías impactantes, además, se suele apostar por el body painting, tal como se conoce al arte de pintar y adornar un cuerpo desnudo en base a diferentes diseños: el cuerpo femenino, por ejemplo, puede adquirir gracias a este maquillaje corporal artístico apariencia de animal o embellecerse con las formas y colores de una planta.

Cabe destacar por otra parte que las culturas indígenas también le han dado, a lo largo de la Historia, un gran valor al maquillaje, ya que muchos pueblos se han pintado el rostro y hasta el cuerpo con pigmentos de origen natural para expresar sentimientos, identificar un estado o continuar tradiciones sobre ciertas creencias.