Resulta imposible hacer foco en el concepto de maestro y no pensar inmediatamente en esos docentes que conocemos a temprana edad en el jardín de infantes y, desde entonces, nos transmiten conocimientos y nos dejan enseñanzas útiles para toda la vida (a lo largo de nuestra formación académica conocemos no solamente maestros de primera enseñanza sino también maestros de música, maestros de cocina, maestros de yoga, etc). Pero esta noción va más allá del rol de un educador y es interesante saber y recordar todas las aplicaciones de esta palabra.

Desde tiempos remotos, este término ha servido para aludir a diversas actividades, figuras y condiciones. En el plano militar, por ejemplo, el encargado de hacer cumplir la pena de muerte era definido como “maestro de altas obras”, mientras que los hombres que cuidaban o tenían caballos de postas eran bautizados como “maestros de postas”. También se llegó a calificar de “maestros de llagas” a los cirujanos y como “maestros de las naves” a los pilotos.

Asimismo, es posible reconocer en la práctica a un maestro mayor de obras (al frente de la dirección de una obra de construcción), saber que los expertos en Cinegética presentan como “cuchillo maestro” a la pluma principal que se localiza en el ala de un halcón y descubrir que un “libro maestro” puede ser tanto un volumen donde se registran las filiaciones y partidas recibidas por cada soldado o bien la libreta donde se anotan las novedades y variaciones económicas de una casa, por señalar otras posibilidades que demuestran la diversidad de este vocablo.