A la hora de alimentarse de manera sana y equilibrada, muchas personas apuestan por recetas a base de legumbres, las cuales se caracterizan por tener bajo contenido en grasa, ser ricos en hidratos de carbono y ser una fuente de fibra dietética.

Dentro de este grupo alimenticio, según se desprende de la teoría, aparecen las semillas o frutos comestibles que se desarrollan en vainas. La oferta al respecto incluye legumbres de diferentes tamaños y formas, variables que quedan en evidencia al comparar las particularidades de las lentejas, las judías, los ejotes, los garbanzos, la soja y los cacahuates, entre otras alternativas.

Si hacemos foco en la categoría de legumbres secas, encontraremos por ejemplo como referencia al fruto compuesto por entre tres y cinco semillas brillantes de la planta perenne conocida como ruda cabruna o galega, una especie propia de Asia Menor, Irán y Europa Central. También se comercializa como legumbre seca el garbanzo de Fuentesaúco, un producto que se origina en la comarca española de La Guareña.

Asimismo, es interesante saber que hay legumbres ovoides como el fruto de la planta herbácea denominada comúnmente como bocha, legumbres rectas y aplanadas como el fruto del guaje o peladera, legumbres con formato espiralado como el fruto de la planta arbustiva de uso ornamental Medicago Arborea, legumbres lineales, duras y comprimidas como el fruto del arbusto Caesalpinia gilliesii y legumbres infladas de desarrollo subterráneo como el fruto del maní o cacahuete, por describir otras opciones que permiten descubrir la gran variedad de tipos de legumbres disponibles a escala internacional.