Nuestro cuerpo es un gran vehículo de manifestaciones. La expresión corporal permite desarrollar un lenguaje a base de movimientos y gestos sin necesidad de apelar a la palabra.
A nivel didáctico, la expresión corporal constituye una disciplina que apela a movilizar diferentes partes del organismo para comunicar algo de modo estético. Así, entonces, los brazos, las piernas y la cabeza se transforman en instrumentos necesarios para transmitir un mensaje, exteriorizando ideas y reflejando sentimientos.
Según la edad en la cual se aproveche la expresión corporal se puede hacer alusión a la expresión corporal infantil, juvenil y adulta. La actividad elegida para cultivarla, asimismo, brinda la posibilidad de reconocer categorías como la expresión corporal propia de la danza y la especializada en el ámbito teatral, por señalar dos de las más comunes.
En individuos que padecen alguna discapacidad también es importante cultivar la expresión corporal por intermedio del arte para que todos encuentren su forma de comunicarse y expresarse sin limitaciones. La música, el baile, el dibujo y los movimientos creativos no verbales en todas sus formas enriquecen y diversifican a la expresión corporal.
Es interesante tener presente además que la expresión corporal puede llevarse a cabo de manera individual y apelando solamente al cuerpo o en grupo. De utilizar objetos para potenciar el mensaje, cualquier elemento puede servir: un globo, una tela, aros, cajas, abanicos, sombreros… Lo importante es darle libertad al cuerpo y a la mente para que construya su propio lenguaje sin restricciones y logre exteriorizar sensaciones, pensamientos y emociones.