Quien lleva una vida sana y desea mantenerse en buen estado físico suele practicar, a lo largo de los años, uno o más deportes. Las disciplinas deportivas son numerosas y, además de ofrecer alternativas para todo tipo de preferencia, se adapta a las condiciones corporales y capacidades de cada individuo.
La mayoría de los deportistas suele desarrollar la actividad de manera amateur pero también hay quienes se dedican al deporte de manera profesional, en circuitos competitivos.
Asimismo, es posible hacer alusión a los deportes olímpicos (disciplinas que se incluyen en los Juegos Olímpicos tanto de invierno como de verano, tales los casos del atletismo, la natación, el baloncesto, el ciclismo, etc).
La gente más audaz, por su parte, se anima a poner a prueba su habilidad y resistencia física a través de deportes extremos, que desafían límites de tiempo, superficie y altura para añadirles dificultad y peligro. Los deportes de aventura (como buceo, windsurf y salto bungee) también aparecen como parte de los deportes extremos.
Si tenemos en cuenta el medio en el cual puede llegar a desarrollarse una actividad deportiva, en cambio, podemos distinguir entre deportes náuticos y deportes aéreos, entre otros.
Es importante tener presente por otra parte la existencia de deportes adaptados para que todas las personas que padecen una discapacidad tengan la posibilidad de divertirse, mostrar su talento y ejercitarse con alguna disciplina deportiva. Hay, por ejemplo, torneos de baloncesto adaptado (los jugadores compiten en sillas de ruedas), así como de natación adaptada (para deportistas con discapacidad visual, parálisis cerebral, etc), por indicar dos a modo de referencia.