En un estudio de televisión, en la mesa de un bar, en el auditorio de una institución académica, en un evento o en un entorno gubernamental… Los debates se organizan y desarrollan con frecuencia a partir de diferentes temáticas y con múltiples participantes. Estas discusiones o enfrentamientos incluyen posturas distintas y se defienden con argumentos más o menos sólidos de acuerdo al convencimiento, los puntos de vista y la preparación de cada parte involucrada.
Ahora mismo, mientras lees este artículo, se están desarrollando debates en varios rincones del mundo. ¿Los ejes más abordados? La religión, la educación, la política, los deportes y otros asuntos de interés social como la economía, la seguridad y la igualdad de género.
Dentro del programa de una Feria del Libro, por señalar una posibilidad, suelen incluirse debates sobre literatura o periodismo con la participación de escritores de diferentes nacionalidades.
También hay debates en el Congreso, donde la Cámara de Diputados discute toda clase de temáticas antes de darle curso a un proyecto.
Si se invita a debatir sin necesidad de estar presente físicamente en un sitio valiéndose de Internet, entonces se hace alusión a los debates virtuales. De llevarse a cabo en un estudio donde en el rol de moderador interviene el conductor de un programa, en cambio, se trata de un debate televisivo, que puede ser transmitido en directo o grabarse de manera previa a la transmisión. Dentro de esta última alternativa, son comunes los debates políticos (entre candidatos) y los debates deportivos (donde intervienen competidores, periodistas deportivos, deportistas ya retirados de la actividad profesional y gente relacionada de algún modo a la disciplina analizada).