Hace ya muchos años, Microsoft revolucionó al rubro de las videoconsolas con Xbox, un equipo que funciona con la tecnología de los ordenadores personales. Posee un disco duro para almacenar juegos y contenidos que el usuario descarga de Internet (gracias al servicio Xbox Live), dos pares de entradas para controladores de carácter inalámbrico, cables para audio y video, tarjetas de memoria, adaptadores, etc.
Después de la primera versión, creada en conjunto con Intel, apareció la Xbox 360, resultado del trabajo grupal entre Microsoft, ATI e IBM. Esta nueva consola promueve las competiciones online, está dotada con un puerto especial para poder añadirle un disco duro, es compatible con numerosos dispositivos con conectores USB e incluye accesorios aptos para aprovecharse también en computadoras convencionales.
A modo de curiosidad, es interesante tener en cuenta que por cuestiones de marketing y para renovar el interés mundial por sus consolas, Microsoft ha desarrollado una edición especial de la Xbox 360 en color azul y con 500 GB de capacidad para que el usuario pueda guardar películas, música o más juegos.
Al repasar la historia y evolución de este aparato enmarcado en la industria del entretenimiento, también adquiere relevancia el tercer lanzamiento de la serie, que se dio a conocer en 2013 bajo el nombre de Xbox One. Entre las mejoras que ofrece este equipo se puede mencionar a la versión modernizada de Kinect (Kinect 2.0), que funciona con comandos de voz y amplía las alternativas para hacer más realista la experiencia de juego. Acceso a Skype y a contenidos multimedia, más sensibilidad al tacto y mayor eficiencia de la batería son parte de las novedades de esta unidad.