La teoría permite descubrir o ratificar, según cada caso, que además de identificar a una especie animal, el concepto de zorro se aprovecha para describir al hombre astuto, mentiroso y que tiende a ocultar verdades. Asimismo, la noción se aprovecha en el campo de la ficción, para individualizar zonas geográficas y para especificar nombres de equipos deportivos.
De hacer foco en los seres vivos que desde tiempos remotos han poblado nuestro planeta, tendremos como alternativas que demuestran la diversidad a mamíferos como el zorro rojo, el zorro gris, el zorro ártico (también conocido como zorro de las nieves), el zorro del desierto, el zorro isleño, el zorro de Bengala (descripto en ocasiones como zorro indio) y el zorro tibetano, por mencionar algunos a modo de referencia.
Si pensamos en personajes que forman parte de obras literarias, series televisivas y/o películas, en cambio, pronto adquieren relevancia figuras como las de “El Zorro” (ideado por el escritor Johnston McCulley, quien lo dio a conocer en un cuento titulado “La maldición de Capistrano”). Dentro de la literatura, además, se encuentran en español títulos como “Zorro dorado” (Wilbur Smith), “El zorro y la cigüeña” (fábula de Esopo que también se conoce en la versión de “La zorra y la cigüeña”) y “Cuentos del zorro” (Gustavo Roldán), entre otros.
Resulta interesante complementar los datos anteriores destacando al kumiho, una criatura que, según las leyendas coreanas, posee similitudes con los hombres-lobo y las hadas de otras mitologías por sus poderes y capacidad de transformación. Este término se interpreta en español como zorro de nueve colas.