El acto de revocar (arreglar y pintar) una pared se conoce como revoque. Esta palabra, que incluye también en su definición al material creado con arena, cal o productos similares que permite realizar el mencionado trabajo, da lugar a múltiples categorías a partir de cómo y con qué se desarrolle el revestimiento de las superficies.
Se habla de revoque rayado, por ejemplo, cuando se emplea una pasta de arena que se esparce con una llana que puede ser plástica o de madera con el fin de provocar rayas en el área reparada, mientras que el revoque liso identifica a una modalidad que se logra con la aplicación de diversas capas de cal, cemento, yeso o una mezcla de ellos en la parte externa de una pared para dejarla pareja y sin relieves.
Asimismo, hoy en día existe a nivel internacional la técnica del revoque picado (para darle textura a la pared cuando el material aún está húmedo, con la cual se pueden conseguir tres terminaciones: de estilo rústico y de estilo tirolés, para interiores, y de estilo granulado para paredes exteriores), se comercializan revoques plásticos, se llevan a cabo revoques monocapa (capaces de adaptarse a los trabajos de revoque fino o grueso y de ofrecer propiedades hidrófugas, además de colorear y darle textura a la superficie) y se contempla la modalidad de revoque ignífugo (aquel que se logra al incorporar a la mezcla ciertos productos que permiten darle resistencia a una pared o estructura similar para evitar que el fuego la alcance), por citar otras alternativas.