Al consultar el diccionario de la Real Academia Española (RAE) uno puede establecer que, a nivel general, se define como portón a la puerta que divide al patio, al garage o al recibidor del resto de los ambientes del hogar. Ya en un plano más concreto, se puede aprovechar el término para describir al pórtico principal (como ocurre en Venezuela, por ejemplo) o bien para hacer alusión a las puertas de los toriles próximas a la plaza donde se llevan a cabo las corridas de toros. Tampoco se puede dejar de mencionar que, en Argentina, existe una localidad perteneciente a la provincia de Formosa que ha sido bautizada como Portón Negro.

Para proteger el área de entrada de una vivienda, sus propietarios pueden optar por la instalación de un portón automático (controlado de forma remota) que puede ser levadizo o corredizo, de acuerdo a las preferencias de cada usuario. De buscar algo más convencional, en cambio, se podrán comprar portones clásicos de madera, los cuales se abren y cierran con llave y poseen una apariencia rústica.

Si los mencionados en el párrafo anterior no se adaptan a las exigencias de un consumidor ya sea por precio, calidad, resistencia o estilo ornamental, se puede analizar como alternativa a los portones de chapa de dos o más hojas, con rejas y fragmentos vidriados. De tener una fábrica o un predio de superficie importante y necesitar una protección acorde a esas dimensiones, en cambio, lo más recomendable es adquirir un portón de tipo industrial.