Los expertos en Química definen como alcohol a cada uno de los compuestos orgánicos que poseen un grupo hidroxilo unido ya sea a un radical alifático como a alguno de sus derivados.
Fuera de ese ámbito, el término se asocia a las bebidas que contienen alcohol y cuyo consumo excesivo es perjudicial para la salud. Cuando se abusa de esta clase de líquidos, se trata de una adicción conocida como alcoholismo.
A nivel científico, la sustancia conocida como alcohol puede enmarcarse de acuerdo a su estructura en grupos primarios, secundarios o terciarios. De investigar un poco más al respecto y buscar clasificaciones más específicas, entonces se podrán descubrir alternativas como las del alcohol absoluto (el cual no incluye agua en su composición), el alcohol amílico (nombre genérico que presenta a los alcoholes isómeros de cinco átomos de carbono), el alcohol aromático (variedad que agrupa sus hidroxilos en una cadena lateral de un compuesto cíclico) y la del denominado alcohol de madera (obtenido a partir de la destilación de la madera).
Además de los mencionados, pueden distinguirse el alcohol etílico (líquido incoloro y olor fuerte cuya molécula posee dos átomos de carbono), el alcohol neutro (destinado a la crianza de vinos y la fabricación de licores), el alcohol yodado (sustancia en la cual se ha disuelto yodo al diez por ciento), el alcohol bencílico (compuesto de baja toxicidad que resulta útil como solvente) y el alcohol propargílico (compuesto orgánico incoloro que posee un grupo etinilo y genera irritación en la piel y las mucosas), entre otros.