Cuando se conjugan trozos de vidrios de colores o se logran coloridas vidrieras artísticas, obras que pueden realizarse con pintura o con técnicas que permiten desarrollar dibujos a través de tiras de plomo, se habla de vitral.

Como a lo largo de la Historia han surgido vitrales con múltiples diseños, tamaños, orígenes y particularidades, resulta interesante investigar este tema para descubrir secretos y detalles de estas piezas artísticas que, aún en la actualidad, generan fascinación a nivel mundial.

Muchos edificios religiosos conservan, por ejemplo, vitrales románicos que permiten apreciar diversos momentos de la vida de Jesús. También hay catedrales y templos con vitrales góticos que reflejan hechos narrados tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento.

Los vitrales contemporáneos, de acuerdo a los expertos que conocen de cerca estos objetos, no siempre llevan tramos de plomo y suelen ser desarrollados de manera artesanal por artistas que los decoran con colorantes especiales para cristal: por eso a la mayoría se los suele identificar como “falso vitral”. Como forma de introducir a los niños en esta técnica, también se suele emplear papel celofán para imitar el efecto de los vitrales originales.

Al hacer foco en las aplicaciones de este arte, surgen numerosas referencias que demuestran que se trata de un campo de trabajo versátil, donde no sólo se realizan obras para edificaciones culturales o vinculadas a la fe, sino también propuestas a menor escala para embellecer diferentes rincones del hogar.

Así, entonces, además de los mencionados líneas arriba llegamos a apreciar vitrales japoneses, vitrales para puertas y vitrales para ventanas, con múltiples tonalidades y diseños.