A la hora de cocinar utilizamos una amplia variedad de alimentos y sabemos diferenciarlos en general en grandes grupos (frutas, verduras, carnes, etc) pero… ¿tenemos presente las particularidades que hay, por ejemplo, dentro del conjunto de las verduras? Para todos aquellos que quieran aprender los secretos de estos productos saludables a fin de alimentarse mejor y conocer más a los recursos que tenemos a disposición para nutrirnos, en los párrafos siguientes habrá datos de interés.
Estas fuentes de minerales y vitaminas que son la base de las personas con filosofía vegetariana tienen distintos lugares de procedencia así como también diferentes utilidades. Como no siempre son comestibles las mismas partes de las plantas, es importante segmentar las verduras de acuerdo al tramo que se aprovecha.
Antes de enumerar las alternativas, es necesario resaltar que, a nivel cotidiano, el concepto no se limita a identificar vegetales de color verde sino que abarca además a otros alimentos que se obtienen de la tierra.
Así, entonces, podemos hacer referencia a las verduras de hoja (como la lechuga, la espinaca, el apio, la acelga) y a las verduras de raíz (como la zanahoria y el rábano). También hay frutos aprovechados como verdura (como los casos del pepino, la berenjena), tallos (como el espárrago y el puerro) y semillas (como las judías verdes).
Por otra parte, el estado de cada alimento y la forma elegida para consumirlo en cada ocasión podrán servir para reconocer a las verduras crudas frente a las verduras cocidas o bien a las verduras frescas frente a las verduras congeladas.