Seguramente, muchos de ustedes hayan padecido en algún momento de su vida la incómoda enfermedad que, entre otros síntomas, genera erupciones en distintas partes del cuerpo que molestan y pican mucho. Varicela se llama este mal. Si necesitan información sobre él, este artículo los ayudará a resolver dudas y conocer detalles para no contagiarse, en caso de no haber tenido esta afección.

La varicela posee un elevado poder de contagio durante la primera etapa de la enfermedad, que es cuando se advierten granos rojizos en el tronco, el rostro y el cuero cabelludo que pronto se multiplican hasta cubrir otras regiones corporales. Cuando las ampollas se transforman en costras, ya no suele contagiarse. Para prevenirla, la vacuna es la opción más indicada.

Este problema de salud, de acuerdo a los expertos, es generado por el virus de la varicela zóster. Cuando se contrae en la infancia y se detecta (y se trata) a tiempo no suele tener complicaciones, pero en la juventud y adultez el cuadro es más intenso y riesgoso.

Si bien la patología corresponde a un cuadro puntual, las edades son variables que se tienen en cuenta a la hora de diferenciar el desarrollo y el posible alcance de la enfermedad. Asimismo, otras condiciones del paciente influyen en el agravamiento de la varicela.

Hay, en este contexto, panoramas raros pero posibles. La varicela hemorrágica, por ejemplo, no es habitual pero sí puede llegar a desencadenarse. Es fundamental controlarla en tiempo y forma para no comprometer la vida del enfermo. Tampoco es inofensiva la varicela para las personas inmunodeprimidas, ya que puede comprometerles diversos órganos.