Los expertos en Informática y los usuarios de Internet suelen mencionar con frecuencia la sigla URL, la cual refiere a Uniform Resource Locator, que en español se traduce como “localizador uniforme de recursos”.

Se trata de una secuencia de caracteres que se organizan bajo una estructura previamente establecida y que sirven para identificar y encontrar en la Web imágenes, contenidos audiovisuales, documentos de texto y cualquier otro elemento disponible en Internet.

Así como se puede reconocer a una URL por su esquema (hay, por dar algunos ejemplos, URL de protocolo http y otros de tipo ftp, así como también URL mailto, telnet, etc.), también hay otros criterios para enmarcarlas y resaltar la particularidad que posean en cada caso.

De este modo, las URL que los internautas pueden recordar sin mayores esfuerzos y sin necesidad de tener conocimientos de programación y se inspiran en el contenido que abarquen en cada caso se nombran como URL semánticas (también popularizadas con el nombre de “URL amigables”), mientras que las URL reservadas para los sitios dinámicos cuya estructura admite un desarrollo mayor y su formato es complejo (razón por la cual resulta imposible recordarlas por completo) han sido bautizadas como URL extensas.

Asimismo, existe otra clase de URL, conocida con el nombre de Snooper, que se encarga de rastrear el tráfico de una red con el propósito de localizar URL ocultas, en especial aquellas que ofrecen contenidos multimedia.

Por último, hay que decir que la sigla no se limita al ámbito informático: también hay universidades (como la Rafael Landívar de Guatemala y la Ramón Llull que se localiza en territorio español) que se mencionan con la abreviatura URL.