El concepto de trufa no sólo se utiliza para identificar a los bocaditos dulces que, por lo general, se elaboran a base de chocolate. Por esa razón, en esta oportunidad indagaremos en las diversas definiciones de este vocablo y proporcionaremos detalles sobre las distintas categorías que dan cuenta de los múltiples usos prácticos de la noción.

Existe, por ejemplo, un género de hongos pertenecientes a la familia Tuberaceae que también se define como trufa. Hay, en este marco, trufas blancas (originarias de Italia, muy costosas por ser difíciles de conseguir), trufas negras (consideradas por los expertos en Gastronomía como los “diamantes negros de la cocina”), trufas de invierno (abundantes en áreas boscosas de España) y trufas de verano (hongos que crecen desde la época estival hasta comienzos de otoño).

Por otra parte, se puede hablar de trufas alucinógenas para describir a los hongos que generan efectos psicodélicos a quienes los consumen y de trufas saladas y dulces en función de los ingredientes utilizados en la preparación (además de las ya citadas trufas de chocolate hay trufas de queso, trufas de salmón, trufas de coco y trufas de algarroba, entre muchas otras variedades).

Otro dato interesante a tener en cuenta es que además se pueden elaborar trufas sin gluten aptas para celíacos y trufas veganas para quienes llevan un estilo de vida acorde a los principios del veganismo para que nadie se prive del placer de disfrutar una pequeña y deliciosa trufa cuyo sabor puede variar de acuerdo a los productos utilizados en cada oportunidad.