El acto de sortear (es decir, de apelar a la suerte para resolver algo o bien de eludir un obstáculo, problema o compromiso) se define como sorteo. En esta ocasión, a fin de facilitarles información para ampliar sus conocimientos generales, centraremos los datos en la idea de sorteo entendida como un juego de azar del cual pueden participar, en diferentes contextos, personas de todas las edades.
Los sorteos se diferencian entre sí por la modalidad del concurso, por el reglamento considerado para cada ocasión y por los premios ofrecidos. Hay empresas y marcas, por ejemplo, que organizan sorteos como estrategia de marketing para cautivar a los consumidores. Así, entonces, surgen los sorteos por el Día del Niño, los sorteos de Navidad, los sorteos para el Día de la Madre, etc.
Hay, por otra parte, sorteos de formato directo (se adquieren números o cupones y la selección se realiza de manera aleatoria con un bolillero o sacando un número de un recipiente o bolsa) y sorteos de formato indirecto (si el organizador reparte ciertos premios dentro de un producto y, sin posibilidad de saber esto, un cliente adquiere el envase o elemento ganador). Otras variables que permiten catalogar a un sorteo son el horario y la frecuencia: hay sorteos matutinos, sorteos vespertinos, sorteos nocturnos, sorteos diarios, sorteos semanales, sorteos mensuales, etc.
De buscar más precisiones al respecto, podremos identificar también las alternativas de los sorteos gratuitos (aquellos sin obligación de compra o a los que se accede sin necesidad de invertir dinero) y los sorteos online, por mencionar otras posibilidades.