Cuando no llueve durante un tiempo considerable en ciertas regiones del mundo, aparece la sequía, palabra que puede ser aplicada a cualquier situación donde se haga evidente la falta de hidratación y la ausencia de agua.

Este fenómeno puede provocar múltiples inconvenientes (desde grietas y suelos infértiles hasta muertes de animales y destrucción de cultivos, sin dejar de lado las enfermedades que pueden contraerse cuando no hay disponibilidad de agua y los trastornos que surgen cuando no hay un suministro natural de agua) pero no siempre se puede hablar de una única clase de sequía, por eso en esta oportunidad, en Tipos.com.mx hemos querido hacer foco en este tema para ayudarlos a ampliar sus conocimientos generales.

La más fácil de reconocer para la gente común es la sequía meteorológica que aparece en épocas en las cuales el nivel de precipitaciones es menor al esperado y transcurren varias semanas entre una lluvia y otra.

Asimismo, es posible hablar de sequía hidrológica como una consecuencia de la prolongación desmedida de la sequía de carácter meteorológico, ya que no resulta proporcional la demanda natural de hidratación con la disponibilidad natural de agua. De no revertirse a tiempo este panorama, el terreno se vuelve árido.

Una tercera clasificación, indican los expertos en la materia, permite distinguir a la sequía agrícola, la cual se refleja en los daños (en su mayoría, irreparables) que sufren los cultivos cuando no reciben las cantidades de agua que necesitan para desarrollarse con normalidad.

Como se advierte al analizar la realidad frente a casos de sequía, la comunidad no es ajena a los efectos que la falta de agua tiene sobre la superficie ya que los pobladores pueden desde perder dinero y animales hasta enfermarse o enfrentar inconvenientes cotidianos (como la imposibilidad de higienizarse, cocinar, etc.) que atentan seriamente contra su calidad de vida.