Tipos de semejanza


A través del análisis de, al menos dos elementos, y las comparaciones entre ellos pueden establecerse tanto diferencias como semejanzas. Estos últimos casos, en función de la definición del término, ocurren cuando un par (o más) de ítems evaluados resultan semejantes, es decir, parecidos.

SemejanzasLas semejanzas, a juzgar por la realidad, pueden observarse en múltiples ámbitos, ya sea en la vida cotidiana (al hacer foco en similitudes de rostros, por citar un ejemplo) o en el plano profesional.

Los expertos en Geometría, entre otros especialistas, suelen hablar de una semejanza cuando, por describir una posibilidad, trabajan con dos figuras triangulares cuyos lados correspondientes poseen razones congruentes.

Por su parte, aquellos que desarrollan y trabajan con modelos a escala para estudiar qué fenómenos podrían afectarlos en el plano real y cómo se comportarían estas construcciones frente a ellos, suelen aplicar la teoría de las semejanzas. En este contexto, entran en juego las semejanzas geométricas, las semejanzas dinámicas y las semejanzas cinemáticas.

De ahondar más en los alcances de esta noción, es posible recordar la existencia de “Semejanza del mundo” (una publicación originada en 1222 cuyo contenido es de temática geográfica), así como también se pueden reconocer semejanzas económicas, semejanzas sociales, semejanzas culturales y semejanzas ambientales entre un lugar y otros.

Al igual que en los casos de las modalidades mencionadas líneas arriba, existe la opción de hallar semejanzas deportivas, semejanzas históricas, semejanzas físicas, semejanzas naturales, semejanzas religiosas y semejanzas estructurales en función de los elementos y criterios que resulten objetos de análisis.