Tipos de seda


El concepto de seda (palabra con origen en el término latino saeta) puede interpretarse desde múltiples ámbitos. En general, se lo asocia a un tipo de hilo destinado a la costura y al tejido, pero en Zoología define a un líquido que segregan las glándulas de ciertos artrópodos y que, al entrar en contacto con el aire, se convierte en un hilo fino y flexible.

SedaDe acuerdo a la información que se obtiene al consultar el diccionario de la Real Academia Española (RAE), también se conoce como seda a la cerda de animales como el jabalí y a una enfermedad que se hace presente en determinadas clases de árboles frutales. Por otra parte, se puede destacar que Seda es el nombre de un personaje de ficción mencionado en las Crónicas de Belgarath y Mallorea y el título de una novela del autor italiano Alessandro Baricco.

Al buscar mayores precisiones sobre el alcance de esta noción, es posible conocer categorías que permiten diferenciar a los diferentes tipos de seda en función de su calidad, su origen, su aprovechamiento, etc. En este contexto, entonces, se pueden descubrir las particularidades de la denominada seda ahogada, aprender a individualizar la seda azache, saber cómo es y qué uso se le da a la seda cocida y los detalles propios de la seda conchal.

Además de ellas, aparecen las alternativas de la seda cruda, la seda de candongo, la seda de capullos, la seda floja, la seda joyante, la seda natural, la seda ocal, la seda salvaje y la seda verde, entre muchas otras.