El término secundaria (palabra que deriva del vocablo latino secundarĭus) se utiliza en numerosos contextos debido a sus múltiples significados. Por lo general, más allá del sentido que se le de en cada caso, funciona como adjetivo, aunque hay veces en las cuales adopta el rol de sustantivo.
De aludir a “la secundaria” o “el secundario”, es probable que se desee poner el foco en la etapa que todo estudiante atraviesa al finalizar la escuela primaria. Este periodo de enseñanza, previo a la fase universitaria, no siempre es obligatorio ni presenta las mismas características si se lo compara entre la oferta de un país y otro: por eso resulta interesante descubrir las alternativas que hay al respecto.
En este sentido, se puede hablar de secundarios de cinco o seis años de duración y de modalidades varias, entre las que aparecen el Secundario con Orientación (en disciplinas o áreas como la Comunicación, las Humanidades, la Educación Física, el Arte, etc.) y el Secundario Técnico Profesional (para especializarse en Administración de Negocios, Agromecánica, Mecánica o Ciencias Ambientales, por citar algunas opciones). Hay, además, naciones donde los alumnos del secundario tienen la posibilidad de cursar un Bachillerato General Unificado (BGU) o un Bachillerato Internacional (BI).
Claro que, independientemente del sentido que tenga la noción dentro del campo educativo, es posible aprovechar el concepto para hacer referencia a algo o alguien que no goza de protagonismo o no es principal (como los actores secundarios o aquello que ocupa un segundo lugar y hablar entonces de, por ejemplo, una idea secundaria), así como en el ámbito de la Electricidad, los expertos reservan el término para describir a una corriente que está inducida y fluye por un circuito específico.