Con origen en el término latino sartāgo, el concepto de sartén identifica a un elemento utilizado en el sector de la cocina que sirve para realizar frituras y salteados, entre otras alternativas gastronómicas.

Se trata de un utensilio de formato circular y mango alargado que, por lo general, tiene una profundidad escasa y materiales antiadherentes en su superficie para evitar que los alimentos se peguen a la pieza durante la cocción.

Hoy en día, existe en el mercado una amplia variedad de sartenes (las más modernas, incluso, se comercializan en una atractiva gama de colores que permiten combinar su tono con la decoración de la cocina), razón por la cual resulta interesante conocer las alternativas y elegir aquella que nos resulte más conveniente no sólo en materia de presupuesto sino también en función de la clase de utilidad que le daremos y del tamaño que sea más práctico para uso diario.

De buscar información al respecto, entonces, podremos aprender que en un ámbito doméstico no vale la pena contemplar opciones ideadas para usos profesionales, como ocurre por ejemplo con las sartenes de cobre y acero inoxidable. En un hogar, es más económico y conveniente cocinar con sartenes de teflón, aunque también hay quienes realizan sus preparaciones con sartenes de cerámica, de aluminio o piezas de acero pulido.

Otras propuestas que suman opciones a tener en cuenta al momento de adquirir una sartén: sartenes eléctricas, sartenes tipo wok, sartenes de dos asas y sartenes con tapa, por citar algunas más a modo de referencia.