El concepto de sándwich se relaciona, en la mayoría de los casos, a una preparación gastronómica basada en el armado de una especie de bocadillo o emparedado con panes e ingredientes de diversos tipos. Sin embargo, resulta interesante tener presente que este término también se utiliza como nombre de ciudades (hay localidades que se llaman así en Gran Bretaña y suelo estadounidense) y se aprovecha para identificar al día después de un feriado o jornada festiva que antecede a un fin de semana.

Retomando la interpretación de sándwich como comida, hay que decir que existe en el mundo una amplia variedad de sándwiches, una alternativa que cada uno puede armar en base a sus gustos personales y/o a los ingredientes que tenga a disposición. Independientemente del relleno seleccionado, a todo sándwich se lo puede untar con alguna salsa o aderezo, manteca, margarina o queso crema para potenciar los sabores.

Hay quienes disfrutan sándwiches de miga simples (como los de jamón y los de queso), así como también hay gente que prefiere sándwiches de miga triples rellenos con aceituna y huevo; jamón y tomate; jamón crudo y queso; choclo y queso; jamón y ananá o de lechuga y jamón. Por supuesto, existe la posibilidad de armar con estos mismos rellenos (u otros a elección), sándwiches con pan lactal, pan con semillas de sésamo, pan francés, pan negro, pan tostado o con baguettes, por citar algunas variantes.

De buscar otras propuestas, adquirirán relevancia los sándwiches de carne (de chivito o lomito, milanesa, bondiola, etc.), los sándwiches vegetarianos (a base de verduras o legumbres) y los sándwiches de helado (versión dulce desarrollada con galletas y cremas heladas), entre otros.