El rojo es un color que está muy presente en nuestra vida cotidiana porque, como sabrán, esta tonalidad identifica a ciertas flores, a los corazones, a los tomates, a la sangre, a las banderas que alertan sobre algún peligro y a las frutillas, por citar algunas referencias.
Se puede hablar, en este marco, de rojos intensos, del rojo espectral (tono del espectro electromagnético percibido por el ojo del ser humano), del gules (tal el nombre del rojo vivo entendido desde la heráldica), del rojo anaranjado, del rojo persa, del rojo púrpura, del rojo toscano (nombre que recibe una tonalidad de pintura de uso industrial), del rojo upsdell (gama que se asemeja al color de los vehículos utilizados por los bomberos) y del rojo veneciano, entre otros.
Si lo abordamos desde una perspectiva política, en cambio, adquirirán relevancia el Ejército Rojo, el rojo como símbolo del comunismo y los periodos que quedaron en la historia de diversos países bajo la deonominación de “Terror Rojo”.
Asimismo, existen el mar Rojo, la expresión “números rojos” (para indicar un saldo negativo en materia contable), el fenómeno de los ojos rojos (que puede describir a un enrojecimiento ocular importante que requiere atención médica o, simplemente, aludir al efecto que produce el flash de una cámara en una fotografía), el rojo entendido como símbolo de buena suerte (tal como lo interpreta la cultura china), el rojo utilizado contra la envidia (quienes creen en esta idea suelen, por ejemplo, lucir una pulsera roja o colocar una cinta roja en la puerta de su hogar) y el rojo como símbolo de pasión, fogosidad y amor.