La idea de reparación (palabra que tiene su origen en el vocablo latino reparatĭo) se utiliza en la vida cotidiana como sinónimo de arreglo (“Iniciaron las obras de reparación de calles”, “Los vecinos solicitaron la reparación del puente”, “Hay tareas de reparación en la red de subterráneos”). Sin embargo, éste no es el único significado del concepto: de buscar información al respecto en el diccionario de la Real Academia Española (RAE), se puede descubrir que se habla de reparación frente a la compensación o desagravio que alguien recibe tras ser injuriado u ofendido de alguna manera y que esta noción también refiere a un antiguo ejercicio que se solía realizar en los establecimientos escolares al dar lección.
De querer aludir al arreglo de electrodomésticos, equipos informáticos o de ciertas maquinarias, entonces, se hablará de una reparación técnica (“El teléfono está en reparación”, “Por ese tema comunicate con el servicio de reparaciones”, “Este televisor ya no tiene reparación”), mientras que en el plano del Derecho es habitual el uso de expresiones como “reparación del daño moral” o “reparación simbólica”.
Los especialistas en ADN, por su parte, hablan de “reparación del ADN” para explicar una serie de procedimientos a través de los cuales una célula consigue identificar y corregir ciertos daños sufridos por las moléculas de ADN. En este contexto, además, se puede llegar a hacer mención a las reparaciones directas del ADN.
Las reparaciones de guerra, las reparaciones históricas y las reparaciones de daños ecológicos son otras nociones que amplían el alcance de este término y diversifican su significado.