Con origen en el vocablo latino remuneratĭo, la palabra remuneración hace referencia al otorgamiento o recepción (según el caso) de una retribución, una recompensa, un premio o un pago.

La remuneración salarial es una de las tantas clases de remuneraciones posibles. Se trata del salario que recibe todo trabajador por cumplir en tiempo y forma una cierta labor para la cual ha sido contratado por un empleador bajo condiciones aceptadas por ambas partes. Como parte de esta categoría se puede mencionar a la remuneración mínima, una expresión que alude a la cantidad de dinero básico que, según establece la ley, todo empleador debe abonarle a quien contrata según las horas y días trabajados.

Al hablar de remuneración pretendida, en cambio, se pone el foco en el sueldo que el postulante a un puesto espera o considera adecuado para la tarea que tendrá que desarrollar y las horas que le demandaría esa actividad, mientras que la remuneración neta abarca el dinero que el trabajador recibe en mano. Por su parte, la remuneración bruta es aquella a la cual todavía no se le han descontado impuestos o generado retenciones por obra social y otros ítems.

Más allá de los tipos de remuneraciones descriptos líneas arriba, no se puede dejar de mencionar que también existen las remuneraciones imponibles y no imponibles, las remuneraciones ordinarias, las remuneraciones especiales, las remuneraciones extraordinarias, las remuneraciones fijas, las remuneraciones variables, las remuneraciones principales y las consideradas remuneraciones accesorias (tal como se definen a los pagos por horas extras o los sobresueldos).