Tipos de remedios


Un remedio, según se deduce de la práctica, es todo lo que se ingiere, se receta o se recomienda para recobrar el bienestar (en casos de sufrir determinados problemas de salud) o para solucionar un inconveniente. En el ámbito cotidiano, esta palabra derivada del vocablo en latín remedĭum funciona como sinónimo de medicamento. Ejemplos: “Me olvidé de tomar los remedios de la presión…”, “El doctor me dio un remedio para la tos”.

RemedioEn el marco del Derecho, en cambio, se conoce como remedios a los recursos que permiten replantear una resolución de la Justicia. De tomarse una decisión extraordinaria frente a un episodio que reviste gravedad, por otra parte, se habla de remedios heroicos.

La frase “no tiene remedio”, asimismo, se aprovecha para describir a un objeto u organismo al cual no se le puede modificar su esencia, su estado ni su condición. Ejemplos: “Este chico no tiene remedio, ¡siempre haciendo lío!”, “Esta situación ya no tiene remedio, lo mejor va a ser que nos separemos”.

Volviendo a su significado dentro del campo de la salud, no se puede dejar de mencionar que se pueden reconocer distintas clases de remedios. Hay remedios caseros que se suelen elaborar en el hogar para cuadros que no exigen una consulta urgente con un médico, remedios de venta libre (aquellos que no requieren una receta firmada por un profesional de la salud) y otros remedios de venta bajo receta (tal como se define a los medicamentos que, por su elevado poder de acción o por requerir un suministro supervisado, no se comercializan si no se acompaña de una receta).