La expresión ‘reductor de velocidad’ no deja mucho lugar para la imaginación porque, con sólo pensar en los significados de las palabras involucradas, uno ya puede hacerse la idea de que se trata de un objeto o dispositivo pensado para minimizar la velocidad de algo. De todos modos, hemos querido hacer foco en esta cuestión porque no existe una única clase de reductor de velocidad y, por lo tanto, resulta interesante compartir información al respecto.
Si pensamos a grandes rasgos qué producto fácil de reconocer a nivel cotidiano entra dentro de la categoría de reductor de velocidad, pronto podremos recordar la existencia y la función de los llamados “lomos de burro”, tal como se conoce a las estructuras distribuidas en calles y rutas para forzar a los automovilistas a aminorar su marcha y evitar así excesos de velocidad que podrían ocasionar accidentes. De investigar la variedad existente en este tipo de reductor de velocidad, aparecen las opciones de sección transversal trapezoidal y la de sección transversal de segmento circular que pueden ser pre-fabricados o construirse en el mismo lugar donde cumplirá su función.
Por otra parte, no se puede dejar de tener presente que, hoy en día, hay reductores de velocidad incorporados a maquinarias con el propósito de controlar la celeridad de funcionamiento. En este campo, se pueden individualizar alternativas de tipo sinfín-corona, de engranajes de apariencia cilíndrica con dientes helicoidales, o de engranajes planetarios, así como identificar reductores de velocidad ortogonales, paralelos o coaxiales, por mencionar propuestas concretas a modo de referencia.