El concepto de psicosis, según se desprende de la teoría, se emplea para identificar a una enfermedad de carácter mental que, de acuerdo a los expertos en Psiquiatría, se caracteriza por generar alucinaciones y delirios.
Hay quienes padecen, por detallar una posibilidad común a modo de referencia, un trastorno bipolar con cuadros de delirio que se diagnostica como psicosis maníaco-depresiva, mientras que la ingesta excesiva de anfetaminas por un periodo prolongado puede derivar en una psicosis anfetamínica que lleva a aquel que la sufre a experimentar depresión y alucinaciones así como también a tener una gran agresividad y paranoias persecutorias, por ejemplo.
Algunas mujeres, después de dar a luz, pueden desarrollar una psicosis puerperal o posparto, aunque esta situación no es demasiado habitual. A temprana edad, en tanto, surge la psicosis infantil, que puede ser sintomática y tener raíces psicológicas o bien ser funcional por traumas o enfermedades vinculados a daños físicos. De presentarse en la adolescencia, se la identifica como psicosis juvenil.
La psicosis aguda y transitoria, la psicosis de breve duración que se induce mediante fármacos, la psicosis afectiva y la psicosis histérica son otras clasificaciones que demuestran la amplia gama de estados mentales que llevan al individuo a perder o a romper el contacto con la realidad.
Más allá de las cuestiones médicas, es interesante tener presente que este vocablo se ha utilizado a lo largo del tiempo para identificar películas (como la que en 1960 dirigió Alfred Hitchcock, “Psicosis 24 horas” realizada en 1993 por Douglas Gordon, etc) e identificar a bandas musicales originadas en diversos países.