La idea de profesión, de acuerdo a los múltiples significados de esta palabra, se aplica a escala general para describir el resultado de profesar, para identificar al oficio o empleo que le permite a alguien tener una retribución económica y para hacer referencia a la ceremonia de carácter eclesiástico en la cual una persona se desempeña en el marco de una cierta orden religiosa.
Cabe destacar que cada vez que alguien manifiesta su fe de manera pública tiene lugar una profesión de fe.
Una profesión regulada, por señalar otra clasificación a modo informativo, es aquella que se ejerce respetando normas legislativas o ajustándose a las condiciones impuestas por la ley. Esta categoría abarca a las disciplinas y especialidades de grado medio, superior, de grado, master y doctorados.
Y si centramos la atención en la tarea desarrollada, entonces independientemente del nivel de instrucción de cada persona podemos distinguir entre profesiones artísticas, profesiones vinculadas a las cuestiones jurídicas, profesiones centradas en la educación, profesiones relacionadas a temáticas de salud, profesiones propias del sector financiero, etc.
Si bien hay muchas profesiones tradicionales que con el paso del tiempo se siguen eligiendo a nivel mundial y son clásicos que se van adoptando de generación en generación para mantener costumbres familiares (como ocurre cuando hay muchos médicos, abogados, etc en la familia), cada tanto surgen carreras novedosas que dan lugar a profesiones poco convencionales que cautivan a quienes buscan ganarse la vida con una tarea que los sorprende y apasiona aún cuando no se trate de una profesión conocida popularmente o bien remunerada.