Del vocablo en latín pertinentĭa deriva pertenencia, un término que en español se utiliza para describir el vínculo que se genera cuando alguien posee algo, así como también se usa para englobar a todo lo que a uno le pertenece (“Juntá todas tus pertenencias y andate”, “Encontraron sus pertenencias personales sobre la ruta, pero la joven aún no aparece”).
En otros tiempos, además, se llamaba pertenencia a una unidad de medida que se empleaba para delimitar superficies terrestres con vistas a concesiones de carácter minero.
En países como Cuba y Argentina, es habitual hacer referencia a “grupos de pertenencia”, una expresión que alude a un conjunto al que se adhiere una persona para compartir e identificarse en función de intereses comunes, pensamientos, creencias u otras cuestiones. En territorio español, asimismo, se contempla dentro del Código Penal el delito definido como “pertenencia a banda armada”, el cual se castiga con diversos años de prisión que varían según los daños ocasionados.
De hablar sobre pertenencia étnica, en cambio, se hará foco en la procedencia de un individuo para poder determinar así a qué etnia corresponde según sus orígenes, principios, localización geográfica y costumbres. Por su parte, los matemáticos acostumbran referirse a una relación de pertenencia cuando identifican a un objeto atómico que está dentro de un determinado conjunto.
Cabe resaltar que existen además de los mencionados líneas arriba otros tipos de pertenencia que varían según el vínculo establecido y el ámbito donde se desarrollen, tales como la pertenencia escolar, la pertenencia laboral, la pertenencia ciudadana, la pertenencia nacional, la pertenencia territorial, la pertenencia política, etc.