Una gran cantidad de significados, interpretaciones y clasificaciones tiene el concepto de perla, una palabra muy presente en los campos de la joyería, la imprenta y la heráldica, por ejemplo.
Conocer las diversas variedades de perlas existentes, además de permitirnos ampliar nuestros saberes generales nos brinda la posibilidad de nutrir y hacer más preciso a nuestro vocabulario.
En territorio venezolano, por ejemplo, a las perlas de formato irregular se las define como perlas barrocas, mientras que en suelo mexicano a las perlas de éter se las considera un medicamento. Las perlas de Baily, en tanto, son puntos luminosos con mucho brillo que, antes y después de un eclipse solar total, se observan alrededor de la Luna.
Las perlas de las cavernas, por su parte, surgen por el crecimiento de capas de calcita en torno a un núcleo basado en toda clase de material que, ya sea parcial o totalmente, se halla sumergido en agua.
Asimismo, es posible distinguir a las perlas australianas o del Mar del Sur, las cuales se cultivan por entre tres y nueve años en las aguas saladas ubicadas en Filipinas, Indonesia y Australia.
La perla de Tahití (variedad disponible en una interesante paleta de colores que abarca desde un negro particular hasta el dorado, pasando por el azul, el verde y el naranja), la gema orgánica conocida como perla Mabe propia de Australia, Japón e Indonesia y la perla Akoya que se cultiva en aguas saladas japonesas son otras opciones que invitan a descubrir productos maravillosos que forman parte del conjunto de las perlas.