El concepto de péndulo, una palabra que a lo largo de los años se ha aprovechado para describir a aquello que se mantiene pendiente o pende de algo, está sujeto a numerosas clasificaciones que permiten hacer uso de este término en múltiples ámbitos y contextos.

En Astronomía, por señalar un caso específico a modo de referencia, se identifica como péndulo sidéreo al reloj magistral que se utiliza en los observatorios para medir el tiempo sidéreo.

En el campo de la electricidad, en tanto, se alude al péndulo eléctrico para referirse a la esferilla de una cierta sustancia ligera que se cuelga de un hilo de seda para acercarlo a un elemento y poder determinar, en función de su posición, si ese cuerpo está, o no, electrizado. Los expertos en Mecánica, por su parte, trabajan con el péndulo de compensación, el cual se desarrolla con metales de diversa dilatación para impedir de este modo que los agentes atmosféricos cambien la precisión de sus movimientos.

De buscar más alternativas que ayuden a conocer más acerca de las aplicaciones de esta noción, ganan relevancia el péndulo matemático (también conocido como péndulo simple o ideal), el péndulo esférico (tipo de péndulo simple que tiene movimiento en el espacio y no sobre un plano), el péndulo de torsión (fundamental para mecanismos y dispositivos como la balanza de torsión), el péndulo compuesto (o físico, capaz de oscilar con libertad en el campo gravitatorio en torno a un eje horizontal fijo) y el péndulo cónico (una modalidad especial de péndulo esférico, en el cual el vector velocidad inicial resulta perpendicular al plano que determinan la vertical y el hilo inextensible), por enumerar otras opciones.