El pasto (del latín pastus) es una hierba que sirve de alimento para el ganado, aunque en regiones como Uruguay, México y Argentina el concepto funciona además como sinónimo de césped.
Según las definiciones aceptadas por la Real Academia Española (RAE), la noción da origen a múltiples categorías pertenecientes a diferentes ámbitos. Existe, por ejemplo, la expresión de pasto espiritual para hacer referencia a la doctrina que se le imparte a los fieles de una determinada religión, así como también las ideas de pasto verde (aquel que se distribuye en las caballerías durante la primavera y parte del verano) y pasto seco (el cual consiste en paja o frutos secos y se le ofrece al ganado durante la temporada invernal).
Más allá de los mencionados, es posible hallar pasto sintético (empleado por ejemplo en canchas de fútbol), pasto Tanzania (recomendado para regiones de hasta seis meses de sequía y suelos muy fértiles), pasto aruana (destinado en particular a ganados ovinos y caprinos), pasto humidícola (variedad perenne estoloníferode que se adapta sin inconvenientes a suelos ácidos y de baja fertilidad), pasto insurgente (de alta resistencia a la mosca pinta de los pastos), pasto libertad (opción de tipo perenne que resulta ideal para suelos de mediana fertilidad y sin encharcamientos) y pasto xaraes (el cual crece en regiones con más de mil milímetros de lluvia y tolera los encharcamientos pero resulta sensible a la mosca pinta de los pastos), entre muchas otras opciones.
Cabe resaltar además que el vocablo refiere a los integrantes de un pueblo amerindio que se había desarrollado en el norte ecuatoriano y en la provincia colombiana de Pasto.