Tipos de partos


La Real Academia Española (RAE) le atribuye al concepto de parto numerosos significados, pero para el común de la gente este vocablo derivado del latín partus hace referencia a la acción de parir que lleva a cabo toda embarazada para que su hijo salga del útero y pueda crecer como un individuo independiente.

A la hora de traer un niño al mundo se puede optar por múltiples modalidades, según sean las características de cada embarazo, las condiciones generales del bebé por nacer y las preferencias de quienes están por dar a luz.

Así, entonces, algunos médicos asisten a las madres en partos vaginales espontáneos (más conocidos como partos naturales) y otros vuelcan todos sus conocimientos en partos vaginales donde se hace necesario el uso de fórceps para contribuir con la salida del niño en casos de procesos prolongados y/o difíciles que provoquen sufrimiento tanto en la madre como en su hijo. Asimismo, hay especialistas que realizan por distintas razones (en casos de alto riesgo o por elección materna, por ejemplo) partos abdominales, es decir, operaciones quirúrgicas que reciben el nombre de cesáreas.

Claro que más allá de estas alternativas, toda mujer puede llegar a tener un parto pretérmino (si el nacimiento se produce antes de la semana 37 de gestación, es decir, de forma prematura) y de elegir, si su estado clínico lo permite, alumbrar al niño en su hogar. De producirse en el propio domicilio, por la libertad que esta modalidad le brinda a los futuros padres y a la comodidad que inspira el entorno, el parto puede llevarse a cabo en una bañera para que el recién nacido sea recibido en un entorno acuático, en cuclillas si esa postura le resulta cómoda a la madre o de forma vertical.