La gastronomía es un arte que permite experimentar y dejar volar la imaginación para descubrir platos innovadores y jugar con los sabores de los alimentos, por eso no existen límites a la hora de cocinar.
Si bien para preparar, por ejemplo, una paella hay que seguir ciertos pasos y respetar los ingredientes básicos que establece la receta de esta propuesta típica de la región española de Valencia, no siempre la persona a cargo de la comida utiliza las mismas combinaciones y proporciones a la hora de elaborarla.
La paella, una opción culinaria a base de arroz cocido, puede respetar la esencia del plato valenciano original (basado en pollo, pato, conejo, judías verdes, anguila, tomate y caracoles) o bien tener algunas variantes de acuerdo a las preferencias de cada chef. Será entonces una paella marinera si reemplaza las verduras y carnes por mariscos, moluscos y pescados, una paella campesina si incluye calamares, langosta, almejas y sepias o una paella mixta si combina carnes con mariscos y agrega guisantes, cebollas, chorizo y/o salchichas.
En Madrid, además, existe una costumbre que invita a deleitarse con este menú los días jueves (conocida como paella del jueves), así como toda la Comunidad Valenciana reserva por tradición el disfrute de este plato para los domingos (paella dominical o del domingo). En esta zona también está admitida la paella de invierno, la cual presenta diferencias con la original debido a su carácter estacional que obliga a reemplazar ciertos ingredientes por otros de estación, como ocurre con las alcachofas (o alcauciles).