Tipos de osos


Con origen en el vocablo latino ursus, la palabra oso permite identificar a un numeroso grupo de animales de tamaño considerable que, desde tiempos remotos, habitan diversas regiones del planeta.

Se trata, de acuerdo a datos proporcionados por quienes estudian su origen, observan sus particularidades y analizan sus hábitos, de un clan de mamíferos dotados de fuertes mandíbulas cuyos integrantes se alimentan de vegetales, frutas y carne, según de qué especie se trate y los recursos disponibles en cada hábitat.

Al respecto, resulta interesante recordar que la denominación de oso abarca a múltiples especímenes, a los cuales se los puede diferenciar a simple vista por sus rasgos físicos.

El oso polar, por ejemplo, es una criatura de pelo blanco y hocico en punta que habita territorios helados, se destaca por su habilidad para desplazarse en el agua y se nutre con peces y focas. Por su parte, el oso panda, una especie que corre peligro de extinción y vive en zonas boscosas de China, combina en su pelaje los tonos blancos y negros.

De profundizar todavía más en la familia de los osos, no tardarán en aparecer referencias hacia los osos hormigueros (cuya dieta es, como su nombre lo deja suponer, a base de hormigas), los osos meleros (grupo que posee su cuerpo cubierto por un manto alargado y brilloso en tonos amarillentos o anaranjados), los osos malayos (la más pequeña de las especies que forman parte del conjunto de los osos) y los osos pardos (omnívoros que suelen encontrarse en suelo norteamericano, así como también en áreas asiáticas y europeas), entre otras especies.