Procedente del término latino orīgo, la palabra origen se emplea para indicar el comienzo, la raíz o el surgimiento de una cosa, situación u organismo. Como se trata de un concepto inspirado en el inicio, nacimiento o principio de algo, su campo de aplicación es muy amplio y variado.
Se puede hablar, por ejemplo, del origen de la vida (ya sea de humanos, otras especies de animales o del nacimiento de las plantas) o del origen de un problema, así como también es frecuente hacer referencia al origen del universo (principio que se intenta explicar a partir de la teoría de la Gran Explosión o Big Bang) y al de un arte determinado (como podría ser el nacimiento del teatro, el origen del rock, la creación del cine, el inicio de los grabados, etc). Los matemáticos, por su parte, suelen mencionar la noción de “origen de coordenadas” cuando deben buscar y estudiar el punto que corta a los ejes pertenecientes a un sistema de coordenadas analizado.
De analizar problemas, realidades, elementos, sustancias u otra clase de cuestiones desde diversas perspectivas, además, se puede desarrollar el estudio a partir de su correspondiente origen etimológico, emocional, geológico, orgánico, inorgánico, mineral, vegetal o hasta espiritual, según corresponda en cada caso.
Como se puede advertir al leer estas referencias, origen es una palabra relevante dentro del vocabulario cotidiano porque resume un dato clave: cómo apareció, surgió o nació algo que puede ser material o inmaterial, orgánico o inorgánico y tener, o no, vida propia.