Un nombre es una palabra que individualiza a seres animados o inanimados y les otorga, por lo tanto, una identidad.

A nivel gramatical, este término se utiliza para hacer mención a la clase de vocablos con género inherente que puede funcionar, ya sea en soledad o acompañada de algún determinante, como sujeto de una oración.

Dentro de este grupo existen numerosos tipos de nombres, por eso a continuación describiremos a varios para facilitar el aprendizaje y el reconocimiento de los diversos conjuntos de nombres.

Aquellas palabras que no designan una realidad material, tal como ocurre con belleza, actividad o admiración, pertenecen a la familia de los nombres abstractos. Por su parte, el nombre adjetivo es aquel que se destaca por calificar o determinar a un sustantivo.

También hay nombres ambiguos admitidos tanto en femenino como en masculino (el calor / la calor) y otros que se presentan como nombres animados y sirven para designar a seres vivientes.

Además de los ya mencionados, hay nombres artísticos (que funcionan como seudónimos), nombres colectivos (citado en singular pero capaz de nuclear a un conjunto homogéneo de cosas, animales o personas), nombres comerciales (para identificar marcas y/o empresas), nombres comunes, nombres concretos, nombres contables y nombres de guerra (sobrenombre adoptado por alguien que realiza una determinada actividad para la cual no desea ser identificado con su identidad real).

Claro que el listado no se reduce a los presentados líneas arriba, sino que se compone también de variedades como las del nombre de pila (el que recibe cada persona al nacer), nombre epiceno, nombre genérico, nombre propio y nombre sustantivo, entre otras.