El nitrógeno es un elemento químico que forma parte del aire atmosférico y está presente en restos de animales. Se trata de un gas inerte, incoloro, inodoro e insípido que se suele utilizar como refrigerante y para la fabricación de múltiples productos, entre los cuales pueden citarse a los explosivos y a los fertilizantes. Estos últimos, los fertilizantes nitrogenados, suelen tener un alto poder de contaminación de suelos y aguas, por eso resulta fundamental extremar las precauciones.

Quienes se encargan de estudiarlo y analizar sus características han establecido que se trata de un componente esencial de los aminoácidos y los ácidos nucleicos, además de reconocer en relación a él distintas categorías ya que, por ejemplo, existe un compuesto formado por dos átomos de nitrógeno (denominado nitrógeno molecular o dinitrógeno) y otra variedad que permite apreciar a este elemento en estado líquido a una temperatura igual o menor a la de ebullición (nitrógeno líquido).

El nitrógeno líquido posee una gran cantidad de aplicaciones. Sirve, por ejemplo, para sellar los conductos de túneles construidos bajo el agua, para conservar células de muestra, sangre o esperma en un laboratorio, para congelar y transportar alimentos y para llevar a cabo la crioterapia, entre otros usos.

Cabe destacar por otra parte que el concepto de nitrógeno (gas que las legumbres pueden absorber directamente del aire) ha llevado a la creación de un indicador propio de la ingeniería ambiental que brinda la posibilidad de determinar proteínas en alimentos y establecer la cantidad total de nitrógeno en el agua analizada: el llamado nitrógeno total Kjeldahl.