La teoría establece que un misil es un proyectil autopropulsado al cual, generalmente, se guía de manera electrónica ya sea durante todo su recorrido o en una parte específica de su trayectoria. Para que todos puedan conocer la variedad existente en materia de misiles, a continuación haremos foco en distintas categorías vinculadas a estos elementos que suelen emplearse como armas en el marco de una guerra.

En el ámbito militar suele definirse como misil de crucero, por ejemplo, a aquel autoguiado que posee una precisión elevada y que se desplaza a altitudes bajas para evitar ser detectado. El misil balístico, en tanto, se caracteriza por tener una parte balística y otra propulsada. Cabe destacar que, dentro de este último grupo, aparecen como opciones a tener en cuenta los misiles de largo alcance conocidos como misiles balísticos intercontinentales, los misiles balísticos de corto alcance y los misiles balísticos de medio alcance.

El misil guiado antisubmarino, asimismo, es lanzado desde una nave y, valiéndose de un sistema de detección, llega al agua y en ese marco libera el torpedo, mientras que también hay misiles de localización pasiva de sistema infrarrojo, misiles de localización pasiva mediante ondas electromagnéticas y misiles de localización pasiva por TV.

Por otra parte, existen los misiles antibuque, los misiles antirradiación y los misiles antitanque, además de los misiles antimisiles y los misiles antiaéreos que completan el abanico de alternativas abarcado por estos productos de gran poder destructivo que también suelen clasificarse como de aire/superficie, de aire/aire, de superficie/aire y de superficie/superficie según dónde se ubique la plataforma de lanzamiento y dónde se localice el blanco.