Las ceremonias de carácter religioso que un sacerdote desarrolla en una iglesia o parroquia para que los fieles reciban diversos sacramentos se conocen como misas. Según las motivaciones y desarrollos de estos encuentros, es posible reconocer diferentes clases de misas.

Cuando no hay música en este tipo de rito, por señalar un caso específico, se la describe como una misa rezada o privada, mientras que se identifica como misa cantada a aquella que es celebrada con canto por un único sacerdote. La misa solemne, por su parte, incluye incensación, la presencia de ministros sagrados y canto. Cabe destacar que, de haber varios eclesiásticos al frente del servicio religioso, entonces se trata de una misa concelebrada.

De llevarse a cabo en un convento, se la define como misa conventual, así como la misa parroquial es la celebrada durante los domingos y fiestas de guardar en una parroquia.

En honor a las personas fallecidas, por detallar otras posibilidades, se pueden celebrar misas de cuerpo presente (con los restos del individuo en el lugar del oficio religioso) y misas de difuntos.

La misa de gallo (al inicio del día de Navidad), la misa de campaña (desarrollada al aire libre para un gran número de gente y/o para los integrantes de fuerzas armadas), la misa seca (limitada a las oraciones, sin comunión, consagración, etc) y la misa de purificación (para mujeres que, tras haber parido, regresaban a la Iglesia) son otras clases de ceremonias que, a lo largo de la Historia, han permitido extender el alcance y modalidad de las misas.