El dolor que se experimenta en la zona lumbar, la parte baja de la espalda, se denomina lumbalgia. Esta afección puede experimentarse a distintas edades y por múltiples causas, razón por la cual conviene informarse sobre el tema para saber de qué se trata esta molestia pero es importante consultar al médico para que sea un profesional quien realice el diagnóstico y sugiera un tratamiento.
La duración de este problema es una variable importante al momento de establecer si se trata de una lumbalgia aguda (cuadro que no se extiende por más de seis semanas), una lumbalgia subaguda (puede llegar a prolongarse hasta tres meses) o de una lumbalgia crónica (si se prolonga por más de tres meses). Si la dolencia surge de modo repentino y el malestar se extiende hacia la extremidad inferior como resultado de un esfuerzo de flexo-extensión o la torsión del tronco, por otra parte, se describe el panorama como una lumbalgia aguda sin radiculitis.
Asimismo, al evaluar posibles causas aparecen las categorías de lumbalgia específica (cuando se logra explicar la razón de este problema) y de lumbalgia inespecífica (cuando no se identifica con claridad el origen del dolor). En relación a estas formas de clasificación, también es útil señalar que se suele hacer alusión a una lumbalgia mecánica en casos donde el padecimiento se vincula a posturas o movimientos inadecuados, a una lumbalgia inflamatoria si se advierte una inflamación en la zona afectada o a una lumbalgia indefinida cuando no se consigue establecer con precisión su origen.